Hijas de Jesús

Santa Cándida María de Jesús

El carisma de las Hijas de Jesús, fundada en Salamanda en 1871 por una joven vasca que trabajó como sirvienta en Castilla, hunde sus raíces en la espiritualidad ignaciana.

Las notas propias de cómo nos relacionamos con Dios, las resumimos en tres:

1.- Filiación: profunda experiencia de Dios como Padre que nos lleva a una confianza en Él de hijas.

2.- Cristocentrismo: para la Madre Cándida, Jesús es el centro de su vida, su Padre y su todo. Así lo desea para nosotras. Nuestra llamada radical es ser hijas, parecernos a Jesús como un hijo se parece a su padre.

3.- Universalismo: somos para vivir y trabajar en diferentes culturas, idiomas y contextos socioeconómicos, llevando el mensaje de Jesús y sirviendo a los más necesitados den todo el mundo. Además, como muchas congregaciones del s. XIX, es una característica nuestra el Espíritu Mariano. María como la Estrella de nuestros caminos. La Madre Cándida afirmaba que María había sido la verdadera fundadora de la Congregación y a ella recurría con frecuencia para descubrir qué hacer en las mil dificultades que iba encontrando.

Nuestra tarea fundamental es la educación de la infancia y juventud, y la catequesis. La hemos desempeñado fundamentalmente en colegios.

Las realidades de distintos países y la evolución del nuestro, nos ha ido llevando a ejercer nuestro ser de educadoras en diferentes ámbitos como los colegios mayores y residencias universitarias, la alfabetización de adultos, la promoción humana en ambientes desfavorecidos, los Ejercicios espirituales, el acompañamiento, colaboraciones en Cáritas, Diócesis, dado clase en universidades, formación de catequistas… Todo lo que ayude a crecer a las personas para dar lo mejor de sí mismas.